Aquí en este medio publicaré mi portafolio, no como una vitrina de logros, sino como un espejo roto donde puedan ver quién soy realmente: mi mente desordenada, mi vida suspendida entre la belleza y la ruina, mi realidad que a veces duele y otras veces respira con suavidad. Allí conocerán mi fotografía documental, que retrata lo que el alma calla; mi autorretrato, que me devuelve una mirada que no siempre reconozco; mi fotografía de desnudo artístico, donde el cuerpo se convierte en verdad; mi cinematografía documental, donde intento capturar lo invisible; mi cinematografía analógica, que conserva la textura de lo efímero; mi cinematografía de desnudo artístico, que desnuda no solo la piel sino el pensamiento; mi producción musical, que suena como un recuerdo que se niega a morir; y ese otro yo que vive entre el DJ, el piano, la guitarra y el canto, donde cada nota es una forma de no desaparecer del todo. Todo lo que quiero transmitir está aquí: una confesión sin nombre, una forma de existir a través del arte cuando las palabras ya no bastan.